Opinión: Los años 10 en la música peruana

Por Pablo Macalupú-Cumpén, Ariel Hernando Campero, Juan Pablo Goycochea y Domingo Salaverry

Cuando surgió la idea de realizar un resumen sobre la música en el Perú durante los años diez, el tenor Francisco Petrozzi, exfujimorista y posterior oficialista, aún era ministro de Cultura. Nuestra intención era complementar dicho artículo con una entrevista al entonces titular, sobre todo porque su vínculo con la música clásica es mayor al que cualquier otro ministro haya tenido. Este sector, sin embargo, no solo es fiel reflejo sino que está muy afectado por todo lo que ocurre en nuestra política y nuestro país: la “austeridad” estatal se traduce en menor presupuesto o recortes de programas para los Elencos Nacionales; inflación e inestabilidad económica hace que la gente vaya menos a los teatros; inestabilidad política hace que todo lo planeado para la cultura, si es que realmente hubo algo planeado, fracase. Con la salida de Petrozzi del Ministerio de Cultura, el gobierno de Peruanos por el Kambio tocó fondo respecto de sus políticas culturales vinculadas a la música. La administración actual demuestra a diario que este campo es el que menos le importa, pese a todo el esfuerzo que se haga dentro del mismo ministerio por parte de sus funcionarios, colaboradores y determinados directores. 

Exministro de Cultura y excongresista Francisco Petrozzi
Exministro de Cultura y excongresista Francisco Petrozzi

En 2016 escribimos un resumen de lo que eran las dos propuestas culturales de Kuczynski y Fujimori hacia 2021. La primera fue mucho más articulada, menos improvisada y, acaso, bastante utópica. Aceptémoslo. Muchos dentro del sector musical nos creímos el discurso pepekausa una vez salió elegido. Pensamos que el entonces presidente podía cambiar la (mala) situación de la música en el Perú, de las escuelas de música, las leyes de mecenazgo, del artista y otras. Nos la creímos cuando habló de cultura en su discurso el día de la inauguración de su gobierno, cuando por la tarde salió a (intentar) tocar flauta traversa o cuando pisó el podio de Zubin Mehta y “dirigió” a la Orquesta Filarmónica de Israel en una versión del Himno Nacional. La salida de Kuczynski fue dura para todo el país, mientras que la salida de Petrozzi en diciembre de 2019 fue como si el destino se apiadara del sector musical local y dijera “bueno, terminemos de expectorar. Empiezan los veintes, a arrancar de nuevo”. 

Expresidente Kuczynski
Expresidente Kuczynski

Haciendo un análisis basado en hechos concretos, podríamos concluir que entre 2010 y 2019 quienes más aportaron en cultura, aunque con ciertos -y en algunos casos graves- cuestionamientos, fueron los gobiernos de Alan García (2006-11) y de Ollanta Humala (2011-16). Hablemos específicamente de música: el gobierno del APRA propuso la creación del Ministerio de Cultura y la construcción del Gran Teatro Nacional que se inauguró en 2012 y mantuvo continuidad durante la gestión de Ollanta Humala. Esta administración también fue la responsable, en 2013, de aprobar una escala remunerativa para los Elencos Nacionales, algo que se exigió por varios años. Lamentablemente, también la gestión García tuvo momentos oscuros, en cuanto a música y elencos nacionales, con los serios problemas administrativos que motivaron la renuncia de Matteo Pagliari, quien era entonces director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional. 

Lo innegable es que la aparición de un nuevo espacio, es decir, la construcción del Gran Teatro Nacional ha marcado un antes y un después para la música en Lima, en los últimos diez años, pero nos quedan preguntas por resolver. ¿Cuál es el objetivo último del Gran Teatro Nacional? ¿Ser un teatro para la música sinfónica, ballet  clásico, danza folclórica y ópera? ¿Ser el teatro de los Elencos Nacionales? ¿Ser un teatro multipropósito como los tantos que ha tenido el país desde el siglo XIX? ¿O ser un teatro de alquiler más? 

Gran Teatro Nacional
Si bien el Gran Teatro Nacional (GTN) cuenta con un equipo administrativo, de comunicaciones, publicidad y formación de públicos, sigue siendo un espacio de alquiler, muchas veces, dependiente de las decisiones de tecnócratas ajenos a la actividad cultural. No tiene una dirección artística formal, sino un programador cuya función principal es organizar los tiempos entre los productores, empresas y entidades estatales o privadas que buscan hacer ahí un evento (desde cumbres oficiales hasta espectáculos de todo tipo). 

Gran Teatro Nacional
Gran Teatro Nacional

Pese a ello, dicha organización se articula muy bien, de tal manera que se convierte al GTN en el punto referencial para las artes escénicas y la música en el Perú; aunque, al no tener un presupuesto mayor, seguirán valiéndose del alquiler del espacio para sostener una infraestructura de esas dimensiones. Este es un punto a tomar en cuenta al momento de analizar también los precios de las entradas en los eventos de los productores privados.

Tampoco podría ser considerado formalmente como la “casa de los Elencos Nacionales”, partiendo del hecho de que las programaciones del GTN y los Elencos Nacionales se presentan por separado, marcando una clara diferencia entre uno y otro. Además, este espacio no acoge a todos los elencos, ya que la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario o el Coro Nacional de Niños siguen ensayando en la sede del Ministerio de Cultura. 

El programa de Formación de Públicos es una de las iniciativas más interesantes que se ha visto entre 2010-19. Inició oficialmente en 2012 como parte del mismo Gran Teatro Nacional y apunta sobre todo a integrar educación y cultura, formando a escolares y maestros de todas las edades con el fin de desarrollar audiencias para las artes escénicas. Los resultados son sorprendentes en cifras y estamos convencidos de que hay público asegurado para los próximos años.

Formación de Públicos en el Gran Teatro Nacional
Formación de Públicos en el Gran Teatro Nacional

Un programa que nos genera dudas es el Club de Jóvenes Críticos. Tal vez sea, sobre todo, por el nombre. Pero que un teatro, que el propio Estado forme a sus “propios críticos” siempre va a poner en duda los textos que se presenten lamentablemente. Mientras afuera la lucha es por la independencia y contra la concentración de medios,  ver que el GTN entrena a un grupo de jóvenes y dóciles comunicadores no podría ser una buena señal para el futuro. Ya no se habla aquí de artes escénicas, sino de ética y sobre todo libertad periodística, que se requieren para escribir una opinión (si es que el fin último de los participantes es “hacer crítica”). Más adelante, podrá ver casos en que la opinión independiente que ha salido de este medio ha irritado a algunos productores.

La Guía del Aplauso para conciertos sinfónicos, que bien podría ser un capítulo pérdido del Manual de Carreño de 1853, sigue pareciéndonos un despropósito y una forma sutil y “elegante” de subestimar al público local y calificarlo de ignorante. Los esfuerzos deberían apuntar a explicar a las audiencias, si se quiere, la sucesión lógica de una pieza de cámara, sinfónica o coral, pero impedirles reaccionar de determinada manera en determinado momento no contribuye ni al disfrute, ni a la escucha emocional del público, y hasta puede generar tensión en alguien que vaya por primera vez al teatro y sea siseado por la gente “culta” que se despierta al final de la obra solo para aplaudir. Por otro lado, tan válidos como los aplausos son los abucheos, pero la guía del Gran Teatro Nacional concluye haciendo una recomendación alarmante: “si tienes alguna duda, siempre es seguro esperar y seguir al resto”, casi como suele ocurrir en nuestro actuar electoral y el “dime-por-quién-votar”. Crear una audiencia que “siga al resto”, echará al agua lo que se trabaje en Formación de Públicos. No necesitamos más audiencias conservadoras, sino un público crítico (y no de club) y espontáneo.

En suma, el Gran Teatro Nacional es el espacio que tanto esperaba y necesitaba el país. Su aparición está marcando una ruta muy interesante en cuanto a artes escénicas y eso lo demuestra su intensa actividad y concurrencia; sin embargo, aún queda mucho por trabajar y varios asuntos por pulir. Hay más fortalezas que debilidades y más oportunidades que amenazas. Lo mejor de todo es que pone sobre la mesa de debate asuntos que, por muchos años, estaban pasando desapercibidos para el ambiente musical limeño. Puntaje total: 9.5/10

Elencos Nacionales
Los Elencos Nacionales han tenido grandes momentos en el período 2010-19. Revisemos uno a uno. Puntaje total: 7.5/10

Ballet Folclórico Nacional
El recién denominado Ballet Folclórico Nacional, antes Elenco Nacional de Folclore, es el que más boletos y funciones agota al año. Sus espectáculos contienen una propuesta que busca representar las danzas tradicionales, pero con ciertos elementos técnicos del ballet clásico y la danza contemporánea.  De esta manera, ofrecen varias temporadas de Retablo a lo largo del año, para demostrar la riqueza musical y dancística del país en un espectáculo estéticamente cuidado. Sin embargo, esa “Fórmula Retablo” ya desgasta a la programación por ser reiterativa, a pesar de que tengan diferentes temáticas. Sería interesante que este año o en las próximas temporadas se desarrollen nuevos conceptos que, seguramente, serán igual de exitosos. Se puede hacer más sin caer en un espectáculo “pintoresco de exportación” tipo Marca Perú. Podría elevarse aún más al nivel de un cuerpo artístico que no solo abarque la danza y la música popular. 

Ballet Nacional del Perú
El Ballet Nacional tuvo entre 2010-19 numerosos programas, pero nos referiremos específicamente a dos de ellos. El primero es El lago de los cisnes, en el que se buscó  fallidamente experimentar con nuevas coreografías y se alteró la partitura de Tchaikovsky con solos de guitarra eléctrica en determinados números musicales de una de las piezas más clásicas del repertorio. 

La experimentación es muy valiosa en el campo de las artes, siempre y cuando la misma responda a argumentos sustentables y representen una novedad. La provocación sin motivo alguno cae en el esnobismo y la falta de respeto hacia la obra del compositor, tal como sucedió con la partitura de Tchaikovsky.

El otro programa que nos llamó la atención fue el ballet Romeo y Julieta de Prokofiev, con coreografía de Jimmy Gamonet de los Heros. El director del Ballet Nacional ha demostrado toda su capacidad y creatividad a lo largo de sus temporadas más recientes, de manera que fue realmente novedoso ver un clásico representado íntegramente con la coreografía de un artista peruano destacable. 

El punto negativo de este programa fue la inexplicable grabación de algunos números del ballet cuando el resto de la música fue ejecutada por la Orquesta Sinfónica Nacional. En su momento, Gamonet nos explicó que fue debido al uso de proyecciones animadas y la sincronización musical con las mismas.

A nivel general, que la mayoría de funciones de ballet en la ciudad sea con música grabada y no en vivo, también nos demuestra la necesidad de directores de orquesta especializados en danza. 

Orquesta Sinfónica Nacional del Perú (OSN)
Con muchos altos y muchos bajos, la Orquesta Sinfónica Nacional del Perú ha tenido momentos memorables, programas ambiciosos y algunas funciones para el olvido. Nos ocuparemos, mejor, de las dos primeras. El ciclo de sinfonías de Gustav Mahler que arrancó desde la dirección de Matteo Pagliari en 2010 y ha continuado hasta 2018 nos ha presentado a lo largo de diversos años, con algunas repeticiones y en desorden, ocho de ellas. Y como es Mahler, hay que reforzar el elenco con músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario, Coro Nacional, Coro Nacional de Niños y solistas locales. Las direcciones quedaron a cargo tanto en peruanos como extranjeros, entre ellos el titular de la OSN Fernando Valcárcel y el titular de la OSNJB Pablo Sabat. 

Esta propuesta es una de las más ambiciosas que ha tenido la OSN en los últimos años, aunque la falta de continuidad en la ejecución del ciclo diluyó el proyecto a lo largo de casi ocho años. 

Si bien ya demostraba un mejor nivel desde el ingreso de Matteo Pagliari en 2010, la dirección de Fernando Valcárcel contribuyó en ampliar el repertorio de la OSN con la inclusión de más música de compositores peruanos y latinoamericanos, además de obras contemporáneas. El punto es que llevamos años de retraso respecto de nuestros vecinos en la región y tampoco debemos menospreciar el repertorio anterior al siglo XX, ya que, recordemos, hay muchas obras icónicas que todavía no se han estrenado en el Perú (una vez más por el conservadurismo histórico del público local).

Otro punto positivo es la inclusión en la programación de óperas en formato de concierto. En 2018 estrenaron -luego de cien años- El castillo de Barbazul de Béla Bártok, con la soprano Rinat Shaham y el bajo Hernán Iturralde. Este tipo de formato puede resultar interesante para dar al público óperas no muy extensas que aún no han sido estrenadas en el Perú.

Coro Nacional del Perú
Las temporadas de ópera del Coro Nacional del Perú son también logros de los Elencos Nacionales durante el 2010-19. Bajo la dirección artística de Javier Súnico se han presentado diversas óperas cuya calidad ha ido mejorando con el paso de los años. Inicialmente, el director comentó a este medio que ese debía ser un espacio exclusivo para la exposición de cantantes locales; sin embargo, en las últimas fechas se ha visto también presencia de artistas extranjeros que, en algunos casos, no sumaban al elenco. 

Mención aparte merece la producción de Alzira, de Verdi, realizada por el Coro Nacional del Perú bajo la dirección de escena del peruano Jean Pierre Gamarra y la dirección de orquesta del español Óliver Díaz. El rescate de una ópera poco conocida de Verdi con un libreto ambientado en el Perú fue una apuesta interesante que significó la primera coproducción entre el Gran Teatro Nacional y casas de ópera europeas. 

En términos escénicos Gamarra presentó una propuesta contemporánea y muy crítica sobre los temas de Alzira: opresión, libertad y poder. Fue un planteamiento inteligente y provocador hacia la audiencia lírica más purista del país que recibió no solo elogios en gran parte del público, sino también en la poca prensa que tenemos ocupándose del tema. Debido a todo esto la asociación Ópera XXI de España la eligió como Mejor Nueva Producción Latinoamericana. La premiación será en 2020 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

En cuanto a otros formatos de música vocal el que, sin duda, destacamos es La Pasión Según San Mateo de Bach, con la primera interpretación íntegra en el Perú de uno de los hitos del barroco. 

El Coro Nacional del Perú (Fotografía: Gran Teatro Nacional)

Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario
El elenco dirigido por Pablo Sabat ha demostrado una evolución a grandes pasos en el período 2010-19. El repertorio es cada vez más exigente y el resultado artístico en muchos conciertos puede superar al de la misma OSN en determinadas secciones. Este logro es la suma de esfuerzos de jóvenes músicos, veteranos instructores y el director titular.

La OSNJB ha acompañado a solistas importantes como Joaquín Achúcarro, Gil Shaham, Philip Setzer, Anna Netrebko o Elīna Garanča. Y aquí resulta interesante tomar en cuenta el nivel del elenco para afrontar un programa a pesar de las pocas horas de ensayo. Si bien la orquesta tiene una evolución notable, a veces los tropiezos son notorios como ocurrió en el concierto con Garanča, en el que solo podemos destacar su acompañamiento orquestal en la Habanera de Bizet y las canciones españolas. 

Esto, sin embargo, no es razón para desmerecer un trabajo intenso de años que ha tenido importantes logros como la representación de la Quinta sinfonía de Mahler en 2019, o el hecho de presentar programas complejos incluyendo el ciclo integral de las nueve sinfonías de Beethoven, un concierto dedicado a las obras más emblemáticas de Stravinsky o la presentación de la Novena Sinfonía de Bruckner. El valor de esta orquesta también queda demostrado en las oportunidades que reciben varios de sus integrantes para participar en actividades artísticas internacionales.

Coro Nacional de Niños
Finalmente, el Coro Nacional de Niños dirigido por Mónica Canales tiene resultados destacables en sus temporadas de ópera infantil y programas a lo largo del año, aunque urge un mayor entrenamiento de las voces para mejorar aún más el nivel artístico. Este elenco también ha tenido memorables participaciones en producciones nacionales y privadas, e iniciativas importantes como el cancionero Tinkuy con piezas escritas en lenguas originarias.

La ciudad bajo el mar, de Nilo Velarde en el Gran Teatro Nacional (Foto: GTN)
La ciudad bajo el mar, de Nilo Velarde en el Gran Teatro Nacional (Foto: GTN)

La gestión municipal
Esto ocupará menos líneas puesto que, si bien durante algún tiempo la administración de Susana Villarán intentó realzar al Teatro Municipal de Lima, el esfuerzo se desmoronó como su propia gestión. La mediocridad continuó durante la gestión de Luis Castañeda Lossio y parece seguir el mismo rumbo la de Jorge Muñoz. Esto apunta directamente a la gestión cultural general de la Municipalidad de Lima en música clásica, ópera y ballet, lo que no quiere decir que no hayan habido grandes espectáculos durante el periodo 2010-19 en los teatros administrados por la Municipalidad de Lima.

LO MEJOR Y LO PEOR DE LOS AÑOS 10
Dicho esto, resumimos lo mejor y lo peor del período 2010-19 en la siguiente lista con breves sustentos a nuestras opiniones. Hemos evaluado en una escala del 1 al 10, donde 10 es “excelente” y 1 es “para el olvido”, puede haber también algunas sorpresas en los números, vea atentamente. Aquellos programas o eventos que tengan 5 o menos aparecen automáticamente en la sección “Lo peor de los años 10”, aunque haya mucho dolor en nuestros corazones.

LO MEJOR DE LOS AÑOS 10

Sociedad Filarmónica de Lima: Evgeny Kissin. Un recital de piano que, sin duda, va a la historia de las grandes presentaciones de pianistas legendarios en Lima. El programa presentó la Sonata N.º 10 de Mozart; la Sonata N.º 23 de Beethoven; tres Intermezzi de Brahms; Granada, Cádiz, Córdoba y Asturias de Albéniz; ¡Viva Navarra! de Larregla. Entre las propinas tocó música de Granados y Chopin. Puntaje total: 10/10

Sociedad Filarmónica de Lima: Internationale Bachakademie Stuttgart. Las presentaciones de la Misa en si menor de Johann Sebastian Bach ofrecidas por esta orquesta y coro en 2012 y 2015 de la mano de la Sociedad Filarmónica de Lima fueron superlativas desde lo técnico y musical. Fue una extraordinaria oportunidad de conocer y escuchar a una de las grandes agrupaciones europeas especializadas en Bach. Lamentablemente, pasó desapercibido para la prensa. Puntaje total: 10/10

La BachAkademie Stuttgart fue ovacionada por más de cinco minutos al final de su presentación en el Gran Teatro Nacional (Fotografía: Pablo Macalupú Cumpén / Camello Parlante)
La BachAkademie Stuttgart fue ovacionada por más de cinco minutos al final de su presentación en el Gran Teatro Nacional (Fotografía: Pablo Macalupú Cumpén / Camello Parlante)

Sociedad Filarmónica de Lima: Philippe Jaroussky. La centenaria sociedad nos ha permitido escuchar en varias ocasiones a un contratenor reconocido en el circuito internacional con un programa musical muy elaborado y cuidado. Puntaje total: 9/10

Sociedad Filarmónica de Lima: Renée Fleming. Los filarmónicos rescataron a la extraordinaria soprano de un plantón que recibió de una productora local. La artista estadounidense dio una clase maestra a jóvenes cantantes. Obviamente, el mérito es para ella también por soportar el desplante y venir a nuestra ciudad. Puntaje total: 11/10

Sociedad Filarmónica de Lima: Zubin Mehta. El director de orquesta indio llegó en tres oportunidades a nuestro país y en las tres tuvo un caluroso recibimiento de parte del público limeño. La presentación fue junto a la Orquesta Filarmónica de Israel, de la que se despidió el año pasado en una gira que incluyó al Perú. Puntaje total: 10/10

TQ Producciones: Orquesta Sinfónica de Londres. La primera y ahora histórica visita de la LSO con su director Simon Rattle agotó entradas al punto de que se tuvo que abrir una fecha nueva con programa distinto. Musicalmente, ha sido la mejor presentación de una orquesta en Lima en las últimas décadas y en lo que va del siglo XXI. El punto negativo: los precios tan altos para el bolsillo del melómano limeño. Puntaje total: 10/10

Sir Simon Rattle también saludó a la cantante peruana Susana Baca durante su visita a Lima (Foto: LSO)
Sir Simon Rattle también saludó a la cantante peruana Susana Baca durante su visita a Lima (Foto: LSO)

TQ Producciones: Jonas Kaufmann. Recital del tenor alemán con obras de Duparc, Liszt, Schumann, Strauss, Puccini y Bizet. Era la oportunidad de escuchar en vivo a uno de los grandes divos del circuito internacional, pero el recital se convirtió en un evento social, debido a la numerosa cantidad de invitaciones corporativas. Lejos de los clichés de los conciertos de las estrellas de la ópera, Kaufmann presentó un recital de música de cámara con un repertorio exigente. Fue generoso con las propinas lanzando en ese momento los “grandes éxitos”. Acaso fue la mejor manera de dar al público limeño un repertorio que no escucharía en la voz de otro tenor por considerar “aburrida” la música de cámara. Puntaje total: 8/10

Joyce DiDonato (IXLO). En 2016 escuchamos a una de las mezzosopranos más consagradas del circuito internacional. A pesar de que es conocida por el público melómano la convocatoria no fue amplia. Lo mejor de la noche fue la variedad del repertorio, su versatilidad y su conexión con el público.
Puntaje total: 8/10

Festival Granda: Don Carlo (Verdi). El proyecto lírico del maestro Ernesto Palacio es de lo mejor que le ha ocurrido al país en el último decenio. Año a año ha traído producciones importantes como Don Carlo, en 2012, con un elenco y producción muy bien realizadas. Supuso el debut de Ildar Abdrazakov y Daniela Barcellona en los roles de Filippo y Eboli. El resultado musical fue superlativo. La baja promoción, sin embargo, atrajo poco público generando deudas a la organización y la grabación en video no le hace justicia a la producción. Puntaje total 10/10

Ildar Abdrazakov como Filippo II. Foto: J. Súnico - Coro Nacional del Perú
Ildar Abdrazakov como Filippo II. Foto: J. Súnico – Coro Nacional del Perú

Festival Granda: Atahualpa (Pasta). En 2013 fue el reestreno mundial o estreno mundial de la nueva orquestación de la ópera de Carlo Enrico Pasta, en formato concierto. Lo mejor fue el redescubrimiento de la obra de un compositor italiano radicado en el Perú. Lo peor en torno a esta presentación fue que el “conocedor” público lírico limeño subestimó una ópera con tema nacional, aunque ciertos círculos terminaron sorprendidos por la calidad de la ópera y lo interesante de la orquestación de Matteo Angeloni. El mérito de esta producción recae en Palacio que llevó una grabación de Atahualpa para su posterior edición con Universal Music Italia. Pudo acompañarse esta iniciativa por parte de organismos oficiales difundiéndola entre el público como un aporte al redescubrimiento de la riqueza musical del Perú a lo largo de su historia. Puntaje total: 9/10

Festival Granda: Roméo et Juliette (Gounod). Así como se venía haciendo con repertorio poco popular a inicio de los años 10, en el 2014 el Festival Granda presentó una obra poco interpretada de la lírica francesa. El punto negativo es que las entradas fueron demasiado costosas para el melómano promedio con una notoria maximización de la figura de Juan Diego Flórez, en la que fue su última producción operística en el Perú. Estos altos precios consolidaron la percepción de la ópera como un arte destinado a determinado sector con poder adquisitivo. Pese a ello, lo mejor fue el elenco de figuras líricas internacionales como Flórez, Venera Gimadieva, Sergey Artamonov y Alexey Lavrov. La dirección fue de Manuel López Gómez y la producción de Jean Louis Pichon. Puntaje total: 9/10

Festival Granda: Lucia di Lammermoor (Donizetti). La obra maestra del bel canto no se presentaba en el país desde la década anterior, pero las dos únicas funciones que organizó el Festival Granda en abril de 2015 en el Gran Teatro Nacional fueron para el recuerdo, con una Jessica Pratt que enloqueció a un público que reconoció su talento gritándole “¡Diva absoluta!”, luego de su Escena de la locura en la última función. Pratt que ya había llegado en 2013 a Lima para Guillaume Tell ahora canta Lucia en la Scala de Milán, la Metropolitan Opera House y otros teatros importantes del mundo. El resto del reparto internacional y nacional estuvo a la altura. Un video aficionado (abajo) registró lo que fue una de las funciones. Puntaje total: 10/10

Asociación Romanza: Turandot (Puccini). La asociación que dirigió el político peruano Enrique Bernales hizo dos producciones de la última ópera de Puccini. La de 2012 se realizó en el Circuito Mágico del Agua en un intento de imitar las puestas líricas al aire libre al estilo Arena di Verona. El resultado fue desmesurado y cayó en lo convencional desde lo visual (vestuario, escenografía e iluminación). El elenco tuvo desbalances vocales y la batuta de Carlos Vieu destacó pero no logró equilibrar. Puntaje de la producción de 2012: 6/10 

Mucho mejor lograda fue la producción de 2016 dirigida por el maestro italiano Matteo Pagliari y protagonizada por la soprano Othalie Graham. Pagliari demostró amplio dominio de la partitura pucciniana. Esta vez, Turandot se realizó en el Gran Teatro Nacional y contó con la participación del tenor peruano Andrés Veramendi y otros cantantes de la región. Puntaje de la producción de 2016: 7.5/10

Lima Opera Fest. Revolucionó desde su primera edición al intentar competir con el público lírico habitual quien no comprendió la renovación planteada. A pesar de tener solo dos ediciones en teatro, se alza como una organización privada fresca, juvenil, audaz y arriesgada para la producción de ópera a nivel profesional en el Perú. Puntaje total: 8.5/10

Taller de Ópera de la Universidad Nacional de Música: El espacio ideal para la práctica, la experimentación y el contacto de los futuros valores de la ópera en el Perú. Puntaje total: 8/10

Las óperas peruanas. Compositores peruanos como Jimmy López, Sadiel Cuentas, Nilo Velarde, Álvaro Zúñiga, Pía Alvarado Arróspide, entre otros jóvenes artistas están creando ópera que debemos prestar atención, dedicarles más espacios, financiarlas y promoverlas. Los últimos diez años han sido muy fértiles y marcan un antes y un después, teniendo en cuenta que son pocas las óperas creadas en el Perú. Puntaje total: 10/10

Sinfonía por el Perú. Iniciativa del tenor Juan Diego Flórez que busca generar estabilidad emocional en niños y adolescentes en riesgo. Los resultados y el propósito es fundamentalmente social. Se trabaja a través de núcleos en todo el país. Los integrantes que logran mejores resultados artísticos realizan viajes a Europa para talleres y otras actividades.  Puntaje total: 10/10

Música descentralizada: Ya sea como iniciativa de los Elencos Nacionales o como actividad privada de la Sociedad Filarmónica de Lima, la música clásica, el coro y ballet ha llegado al interior del país en conciertos descentralizados en todas las regiones. Otro gran mérito fue la construcción del Teatro Víctor Raúl Lozano Ibáñez de UPAO en Trujillo. Vale destacar también el trabajo artístico que hacen las Orquestas Sinfónicas de Trujillo, Arequipa y Cusco. Sabemos que la ópera puede llegar, como ocurría antes, a las regiones del país, pero al ser un arte tan costoso, se necesita también el compromiso financiero de la empresa privada. Puntaje total: 10/10

LO PEOR DE LOS AÑOS 10

TQ Producciones: Anna Netrebko. Hubo un exagerado vedetismo del matrimonio Netrebko-Eyvazov, así como poca maestría vocal de parte del esposo de la diva. Nos preguntamos, ¿para qué viene la primera soprano del mundo si ella solo cantará pocas arias, cobra excesivamente caro y obliga al espectador limeño a escuchar (soportar) a su esposo? Pudo haberse mejorado la negociación con Netrebko para que cante de verdad en Lima y no haga un recital de grandes éxitos que, a largo plazo, pasará al olvido. Nuestra críticaPuntaje total: 4.5/10

Anna Netrebko en Lima
Anna Netrebko en Lima

IXLO. La organización que había traído a Joyce DiDonato y ofreció presentar a Renée Fleming canceló el concierto un mes antes de la función. La Sociedad Filarmónica tuvo que ir al rescate de la soprano, tal como se detalló en “Lo mejor de los años 10”. Puntaje total: 0/10

Mecenazgo. Una ley necesaria para la gestión en música clásica y ópera no se concreta desde la administración García, cuando la entonces ministra de Economía, hoy vicepresidenta, Mercedes Aráoz, rechazó los planteamientos. Puntaje total: 0/10

Aráoz juramentó el 30 de setiembre como Presidenta de la República. Renunció horas después.
Aráoz juramentó el 30 de setiembre como Presidenta de la República. Renunció horas después.

Asociación Romanza: Madama Butterfly (Puccini). A pesar de haber hecho buenas funciones de esta ópera en 2014, al año siguiente, en 2015, y por cuestión de marketing incluyeron a una cantante de rock -hoy de reggaetón- en un rol secundario, enviando todo su material de prensa enfocado en ese “debut”. Fue un menosprecio, quizá no intencional, pero sí evidente, hacia muchos artistas líricos jóvenes que aspiran año a año a formar parte de alguna producción operística local, incluso en roles secundarios. Lo divertido es que, por primera vez desde que Susan León estuvo en L’elisir d’amore el decenio anterior, se habló del género en los programas de señal abierta y otros medios locales. Al parecer la tendencia es meter a alguien de la farándula cada diez años. ¿Quién será el próximo? Puntaje total 2/10

Asociación Romanza: Aida (Verdi). Versión semi escenificada de la ópera de Verdi. En pleno año Wagner/Verdi 2013 se prometió un homenaje “a la altura” del compositor italiano. El reparto falló en los roles clave, teniendo en cuenta que, por su formato (semi escenificado), la responsabilidad y la atención iba a estar centrada, sobre todo, en la parte musical. Pudo mejorar la elección del reparto pero, en su lugar, y debido a la crítica de este portal, hubo una reacción desmesurada de los voceros y amigos de Romanza, tanto de manera pública como privada. Lejos de aceptar opiniones constructivas, el entonces presidente de Romanza y sus aliados redoblaron los ataques, buscando denigrar a lo comentarios divergentes. Puntaje total: 3.5/10

América Clásica: Tannhäuser (Wagner). Pudo haber sido la tercera ópera de Wagner a estrenarse en el Perú, pero fue un absoluto fracaso. América Clásica también quiso hacer su homenaje “a la altura” de Wagner, por los 200 años del nacimiento del compositor alemán, pero la desorganización terminó cancelando la producción y dejó al director de orquesta, que ya había llegado a Lima, lamentándose en Twitter por lo ocurrido. Fue uno de los hechos más bochornosos de nuestra historia musical en un año tan importante para los wagnerianos y melómanos peruanos. Puntaje total: -10/10

Tannhäuser en Lima, un sueño que no se hizo realidad
Tannhäuser en Lima, un sueño que no se hizo realidad

Festival Granda (2016). El festival de ópera se desarrollaba con normalidad y con un elenco superlativo especialista en bel canto, pero sufrió un grave revés en la última función de 2016 al ser boicoteada por su propia orquesta minutos antes del inicio, debido al pago de las remuneraciones de esa fecha. El hecho se solucionó días después, pero generó una crisis debido a la inflexibilidad de ambas partes para llegar a acuerdos previos. Esto, sin embargo, fue el impulso para una reingeniería de la organización del Festival Granda, que desde 2017 ha reportado un aumento de su audiencia, con la gran calidad artística de siempre. Puntaje total: 5/10

La zarzuela en el Perú. Más allá de los esfuerzos de la desaparecida Asociación Romanza, no han existido otras iniciativas sustanciales para preservar el género. La situación empeora porque más allá del ámbito de los aficionados, no hay actividad sostenida de zarzuela en Lima. Puntaje total: 1/10

Clasiclaxon de Radio Filarmonía (2015). El medio que cultiva la “buena música” no debió hacer una campaña que fomente la contaminación sonora con cláxones que ejecuten fragmentos de los “grandes éxitos”. Si Lima es caótica, ¿para qué se necesita un camión que suene a la Quinta de Beethoven? Imagínese usted, querido lector, tener a ese vehículo adornado con el más puro y sonoro esnobismo limeño entonando al Genio de Bonn, mientras el camión del costado retrocede al ritmo de la Lambada. O escuchar el claxon de Carmen de Bizet apenas cambia el semáforo en verde, como suelen alertar los conductores limeños. Puntaje total: 0/10 

Denuncia por estafa. Ocurrió meses atrás, pero la denuncia se reveló a inicios de este año. Un grupo de músicos venezolanos acusó al director José Quezada Macchiavello de estafa por no cumplir con sus pagos a pesar de realizar algunos conciertos y de que les ofreció trabajo por todo un año. Esta denuncia detonó en otras acusaciones, a través de Facebook, de artistas peruanos contra Quezada. Intentamos entrevistar al músico en mención, pero la reunión no pudo concretarse. Se nos prometió el envío de información que al cierre de esta edición no ha llegado. Puntaje: un caso así debe ser evaluado en otras instancias.

Hay muchas funciones y temas que se nos quedan en las teclas y no podemos incluir para no hacer más extenso este especial. Terminamos con una lista que reúne a los artistas que, por su esfuerzo y gran talento, destacaron a nivel internacional y local entre 2010-19.

Los artistas peruanos que más destacaron en los años 10

Juan Diego Flórez, tenor

Ernesto Palacio, director artístico y superintendente del Rossini Opera Festival de Italia

Jimmy López, compositor

Miguel Harth-Bedoya, director de orquesta

Iván Ayón-Rivas, tenor

Priscila Navarro, pianista

Ximena Agurto, soprano

Juan Arroyo, compositor

Celso Garrido-Lecca, compositor

Sadiel Cuentas, compositor

Nilo Velarde, compositor

Jean Pierre Gamarra, director de escena

Maritza Núñez, escritora, libretista de ópera

Claudio Constantini, pianista

Eduardo Ríos, violinista

David del Pino Klinge, director de orquesta

Pablo Sabat, director de la OSNJB

Jimmy Gamonet, director del Ballet Nacional del Perú

Fernando Valcárcel, director de la OSN

Daniel Cueto, flautista

Elmer Churampi, trompetista

Antonio Gervasoni, compositor

Faridde Caparó, concertino de la OSNJB

In memoriam: Dempsey Rivera (1990-2016), tenor

In memoriam: Enrique Iturriaga (1918-2019), compositor

In memoriam: Armando Guevara Ochoa (1926-2013), compositor

In memoriam: Edgar Valcárcel (1932-2010), compositor

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